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NUEVOS HORIZONTES. TEXTO DE PRESENTACIÓN

(IM)PERCECTAS. SUSANA BOTANA

La madrileña y joven artista que hoy inaugura exposición, Susana Botana, se licenció en Bellas Artes y realizó el Master de "Arte, creación e investigación" en la Universidad Complutense de Madrid. Continuó su formación en Atenas y también en la ECM. 

Posee varios premios nacionales e internacionales, y sus obras han sido expuestas en diversas galería de Madrid, Torino, México y Oporto. 

Esta exposición recoge sus trabajos estrictamente escultóricos. 

Excepcionalmente a lo que es habitual en esta Sala, la obra que hoy se presenta no es mayoritariamente cerámica, sino que por el contrario se trata de escultura en otros materiales. Estos son pétreos esencialmente, de ejecución lenta y laboriosa, pero también madera, metal y por supuesto cerámica. 

La esencia de la forma palpita en cada uno de estos materiales y Susana se convierte en la transmisora de ese pálpito, con la sutileza de líneas, la coloración contenida, así como contrastes de hueco-macizo y de acabados texturizados.

Todo ello amalgamado en un alarde de dominio técnico, donde cabría preguntarse hasta qué punto la materia aporta esa vocación de la forma. 

El resultado final transmite sosiego, espiritualidad, con referencias de la naturaleza, y tal vez influencias orientales. 

La pretensión ambigua del título, (Im)perfectas, puede dar lugar a equívoco, pero en realidad evidencia y se constata una idea muy clara sobre la creación artística.

Quisiera señalar, que deberíamos ver ésta exposición como un paso adelante en la renovación de la cerámica, ya que la aportación del trabajo de Susana es como la de aquellos artistas del siglo XX (pintores, escultores y arquitectos) e incluso de hoy en día, que aún no siendo ceramistas realizaron obras en material arcilloso, permitiendo así abrir horizonte creativo a nuestra milenaria profesión.

Por último, quisiera dar las gracias a nuestra artista por aceptar ésta invitación, y por supuesto a ustedes por acudir a ésta cita. 

Mª Eugenia Alonso Santos.

Profesora de la ECM

Madrid 04-04-2018.




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Las intervenciones que realiza Susana Botana sobre la piedra son tan orgánicas, que logran un resultado que resalta la belleza de las rocas, como si la propia naturaleza hubiera intervenido para llegar a las formas que nos presenta. El proceso de trabajo es tan intenso que la autora se funde con las piedras que escoge para intervenir, llegando a resultados en los que su mano parece que nunca ha estado presente. Es como si las herramientas  para tallar, en sus manos  se convirtieran en fuerzas de la propia naturaleza, que van erosionando la piedra hasta atravesarla y encontrar la luz, haciendo que ésta entre en el material para descubrirnos todos los matices escondidos en su interior. Hay mucho de casual en las piezas de Susana, algo encontrado durante el proceso de trabajo que la deslumbra y la hace llegar a la culminación de algunas obras de una forma inesperada.  Como si su mano hubiera sido una ola que arrastra la piedra y la pule, o una beta que quiebra el material. Sus piezas parecen a veces esos tesoros naturales que encontramos paseando por una playa, y que rescatamos como un gran descubrimiento. Algo así es la sensación al contemplar su obra.

Cristina Almodóvar, Abril de 2016
 Escultora y Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid.
https://www.cristinaalmodovar.com




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10 Claves para la escultura de Susana Botana

1, Susana Botana es una escultora de ideas: sus obras consiguen plasmar la esencia formal de cuerpos que están más allá de la realidad visible. Su búsqueda de la belleza la eleva sobre la apariencia formal. La artista concreta una esencia que, usando nuestros sentidos como palanca, nos hace trascender para atisbar un mundo hermoso y eterno. Recordando la metáfora de la caverna de Platón, estas esculturas no miran las sombras que se reflejan en las paredes de la cueva sino los cuerpos que las proyectan desde el exterior. Susana no se conforma con las apariencias vanas sino que, mediante una poderosa búsqueda interior, trasciende lo real y alcanza el mundo de las ideas. En la escultura de Susana Botana las ideas son los objetos.

2, Miguel Ángel Buonarroti entiende la escultura como un desbastar la belleza atrapada en un bloque de mármol. Susana nos descubre cuerpos que estaban ocultos en las piedras que amorosamente esculpe; sentimos que esa presencia totalmente corporal es una revelación ideal que la artista ha descubierto para nosotros. La escultora es un puente entre nuestra realidad mortal y el mundo incorruptible de las ideas. Ella materializa ideas en un mundo fugaz.

3, Las obras de Susana no persiguen el parecido con objetos reales de este mundo, no busca una imitatio aristotélica, sino que trasciende el parecido dando cuerpo al aforismo de Brancusi: ”Hay quienes califican mi obra como abstracta; lo que ellos llaman abstracto es lo más realista, pues lo real no es la forma exterior, sino la idea de las cosas”.

4, Susana esculpe a partir de piezas de piedra o madera en las que respeta algún indicio de la forma inicial del objeto que fue: la antigua pila de mármol blanco o el adoquín de granito oscuro de los que parte su obra no son borrados totalmente de la escultura final. Giuseppe Penone descubre en el poste de madera aserrada y artificial el arbolito que fue. Desbastando la tabla a partir de sus nudos descubre las ramas interiores y finalmente el tallo joven que el travesaño oculta. Susana Botana nos desvela la belleza que contenía el adoquín o la pila conservando un indicio de la vida anterior del objeto: una curva de la pila, un filo del adoquín conservados en la escultura final evocan la servidumbre de ese objeto antes de quedar liberado; esas reminiscencias nos enseñan cómo es la mirada de Susana sobre la realidad, viendo más allá nos descubre la belleza que nos sale al paso en el día a día.

5, Susana Botana dialoga con el material escultórico. En la descripción de sus obras, en las cartelas de sus individuales, indica el lugar de procedencia de su materia prima y qué persona le acompañaba en ese momento. En la escultura final queda algo de la geografía inicial, de la relación humana de partida, como en el aire que respiramos aún queda una leve vibración de las palabras pronunciadas por los filósofos griegos.

6, Para Susana Botana la escultura es un camino de perfección personal, para sí misma y para el espectador. En este sentido, la madre de Susana Botana escribió sobre su hija un bello texto: “Diez, doce, quince. Quince años luchando, persiguiendo, investigando. Un proceso cargado de emociones, decepciones, viajes, nostalgia. Por fin una obra llena de pasión, fuerza, dedicación. Cada pieza tratada con una singular suavidad que nace de un momento único.”

7, El texto de Susana Martín-Abril dice que su hija esculpe “poniendo especial cuidado en no traspasar los límites de la sencillez de la propia naturaleza.” Susana realiza su obra sin violentar la técnica escultórica, respetando las reglas del oficio. Talla la madera respetando la veta, acaricia el mármol cuando lo esculpe.

8, Brancusi dice: “No es difícil hacer las cosas. Lo difícil es prepararnos a nosotros mismos para hacerlas. La belleza es la equidad absoluta”. Susana establece un hermoso vínculo entre su vida como profesora y atleta con su escultura. Su modo de entender las artes marciales y las artes plásticas le permite crecer en paralelo en ambas filosofías, que en ella son dos perfiles del mismo cuerpo.


9, De nuevo es Brancusi quien nos habla de las obras de Susana: “cuando dejamos de ser niños, estamos muertos. Las teorías son esquemas de valor. Solo importa la acción. Los desnudos en la escultura no son tan hermosos como los escorzos”. La obra de la escultora no parte de bocetos, los dibujos y pinturas de Susana sobre su obra escultórica son otros enfoques sobre una idea hecha vida.


10, Los títulos de las obras de Susana Botana aparecen cuando su obra, esa idea hecha cuerpo, explica un acontecimiento o una pregunta importante en la vida de la escultora. El título de la obra revela que sus esculturas son verdades visuales que dan respuestas trascendentes al vivir cotidiano.

Luis Mayo, Abril 2017

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, profesor de Sociología de la comunicación y pintor. 



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PREMIO INTERNACIONAL JOVEN ESCULTURA FRANCESCO MESSINA 2011

Lo fascinante del arte, desde sus comienzos hasta hoy, es sin duda su capacidad de ser fiel depósito de sociedades y culturas que lo producen. Su constitución más natural, su ser más radical, su condición más propia lo erige como instrumento catalizador de los cuestionamientos, reflexiones, incertidumbres y certezas del ser humano. Todas nuestras intuiciones sobre cómo está construida la realidad se manifiestan en las creaciones artísticas de manera diáfana, siendo por tanto el arte el resumen más certero del que disponemos de nuestras convicciones más íntimas al tiempo que de nuestros miedos menos explícitos. 

La visión que los artistas tienen de sí mismos ha variado sensiblemente en el último siglo. Hoy en día no se adscriben con facilidad a una sola disciplina sino que practican y perfeccionan muchas de ellas. Han asumido que los diferentes modos de expresión pueden ser usados dependiendo del fin último que persiguen y esta autoconcepción de su ser artista ha generado una enorme libertad interna al mundo del arte. En España, la puerta abierta por escultores como Julio González, Pablo Gargallo, Eduardo Chillida, Jorge Oteiza o Antonio López se ha concentrado con los años en un fértil panorama en el que abundan las hibridaciones con el videoarte, el dibujo, la pintura, instalación, etc; 

Los jóvenes talentos hacen uso de la escultura asumiendo las bases adquiridas a través de una importante tradición escultórica e interpretándolas a la luz de los nuevos materiales como resinas, plásticos, fibras sintéticas, hormigón, manipulados bajo las directrices de recientes técnicas; o de aquellos materiales que eran de uso exclusivo en otros campos como el papel o la tela. Incluso el uso de materiales clásicos como el metal, la piedra o la madera ha variado como consecuencia de una nueva concepción menos estricta y académica de la escultura que introduce en las obras la abstracción, el movimiento o lo efímero y que renuncia a la formulación de la pieza como masa delimitada en el espacio para introducir la desestructuración, lo ilimitado, lo entrópico desde elementos como el vacío y la sombra. (...)


Lejos queda pensar la escultura como añadir o restar materia y, a pesar de esta sacudida interna a la disciplina, la escultura ha sabido conservar su relación con lo primitivo. Incluso se diría que sigue siendo el modo más fidedigno de acercarse a la realidad en el sentido en el que reproduce la tridimensionalidad y la cualidad de objeto al tiempo que conserva la atávica atracción por los materiales y por la figura humana más que ninguna otra disciplina actual. Después de todo, una escultura es lo más parecido a nosotros, un hecho que conservará todo su valor mientras el arte siga teniendo el antropocentrismo como norma.

El fetichismo por el objeto y el gusto por abrazar la materia son dos de los motivos que siguen atrayendo a los artistas a producir obras escultóricas, que aparecen ante nuestros ojos como unidades de sentido con entidad propia muy similares a todas aquellas que nos rodean en nuestro entorno más próximo.(...)

La escultura se encuentra ahora muy lejos de ser aburrida, tal y como afirmaba Baudelaire. Prueba de ello es la diversidad con la que contamos en ésta exposición de manos de los jóvenes escultores españoles representados en ella. 

Por su parte, Enrique Mesonero, Cristina Almodóvar y Susana Botana encuentran en la naturaleza su fuente de máxima inspiración. Descodifican sus elementos sirviéndose de consideraciones matemáticas y reflexiones metafísicas para lograr aprehenderlos y poder simplificarlos a sus formas más puras.(...)

La mente y manos de Susana Botana funcionan en una misma y precisa dirección. Una factura impecable construye obras para las que la palabra objeto resulta verdaderamente impropia. Son la inefabilidad de una sensación hecha material, forma, luz. En su contemplación el espectador siente un retorno a lo más profundo del ser olvidado. 

Deseo, misterio, tensión, emoción, superación, empeño, melancolía, verdad, humor, estas esculturas poseen todos los componentes de una buena historia materializada a través de la fugacidad y la permanencia, de la levedad y la rotundidad de sus formas. Son un ejemplo de cómo la vida se hacer arte y de cómo las personas construyen el motor del cambio en base a sus ideas. Poseen todo el potencial de la savia nueva que irrumpe con fuerza por abrirse paso. 

Lorena Martínez de Corral, Noviembre 2011
Historiadora del arte y comisaria independiente. Licenciada en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Master Historia del Arte por el Institute of Fine Arts, New York University.






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Susana Botana, el baile con la piedra.


Esculpir piedra en el siglo XXI parece desde luego una actividad poco común.
Es lo que hace Susana Botana desde su taller en Las Rozas.

Susana saca a la piedra los colores y las texturas. Martillea con un goteo insistente de vida a sus piezas. 

La mano de la naturaleza obra a través de ésta artista y sus obras parecen erosionadas por agua, viento u otros agentes. 

Susana Botana es una artista abstracta que nos invita constantemente a mirar la naturaleza y el paisaje de otro modo. Nos acerca a la geología desde sus piezas. Los estratos y los materiales aparecen de una forma sincera, directa, sin encorsetamiento alguno. Sus piedras son muchas veces materiales encontrados, suelos perdidos, restos de cantera olvidados...

En su obra he visto reminiscencias de culturas muy diversas y mientras sus técnicas y materiales pueden ser arcaicos, es clásica en su predilección por los mármoles blancos y en su devoción por Atenea. Ésta diosa de la sabiduría, de las artes y de la guerra preside su estudio y es la única escultura figurativa encontrada en su universo.  

La escultora, huye de toda academia  y se enfrenta como una guerrera a la libertad más absoluta delante de las piezas.

Susana baila en un constante devenir con las formas. Ella se convierte en la escultura clásica que danza en torno a una roca. Su trabajo se convierte en un espacio performativo. En una lucha de complementarios. 

La piedra es piedra y el cuerpo humano está allá fuera.

Todos somos una roca que gira incansable en medio del espacio como gira en su baile infinito Susana, al tiempo que trabaja trayéndonos un poco del cielo a la tierra.

Alicia Sen, comisaria independiente.
2016
https://alisengal.wordpress.com



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Javier de la Rosa, escritor, candidato Premio Nobel Literatura 2015